Apadrina un caballo de la manada, posibilitándole una mejor calidad de vida. Cuida al caballo del que te enamoraste en tu visita.
Colabora en la manutención de tu ahijado/a… podrás visitarle, mimarle, hacerle compañía, cepillarle, salir con el/ella de la cuerda, establecer vínculos, siempre que quieras y siempre asesorado/a por Edu…
Apadrinar a un caballo es lo más parecido a tener un caballo propio.
Horas de pura compañía, sin obligaciones, masajeando donde más le gusta, leyéndole con voz suave un capítulo de tu libro favorito, tarareándole una canción, sentándote a su lado y escuchando sus silencios, sólo observando qué te dice con su mirada, sus gestos y su actitud.
La baby de la manada, una yegua de sangre fría pero nadie se lo ha explicado.
Nuestro chico, glotón, noble, obediente, terapeuta y cuando corresponde explosivo.
La mulita de la manada, inteligente, cariñosa y noble.
Sensible y bonachona.
Pícara es el reto, puede ser la más dulce y la más áspera.
La fiabilidad tiene nombre de caballo, ella es Lola.
Empatica, tiene un sexto sentido, nació para las terapias.
Toda bondad y elegancia, si la tocan dos manos es feliz, si la tocan diez manos más feliz.
Nuestra abuelita, valiente, incansable y equilibrada.
Es cuidar el caballo del cual te enamoraste durante tu visita